“Llamaremos a esta base principio sobre la urgencia interior”. (Kandinsky, De lo espiritual 54)

“Llamaremos a esta base principio sobre la urgencia interior”. (Kandinsky, De lo espiritual 54)

Conforme Kandinsky, al completo factor seri­a doble: exterior e interior. La visibilidad del color corresponde a su apariencia exterior, mientras que “su revelacion interior estriba en la tonalidad afectiva a la que esta asociado, que es lo unico que constituye su verdad verdadera y lo que le confiere el acontecer” (Kandinsky, De lo espiritual 49). Al dejar a un lado el ambiente de los objetos, “las apariciones sensibles pueden acontecer captadas en su pureza formal desplazandolo hacia el pelo su resonancia oida de nuevo” (55). La tesis principal sobre Kandinsky consistio en que cada color tiene la tonalidad afectiva propia:

«No puede efectuarse color –rojo, azul, amarillo– mas que alla en donde ese color seri­a interes, sobre el final de su “sentirse a si mismo”: en la vida invisible y no ha transpirado unicamente en la novia. No obstante el tener buenas sensaciones a si misma sobre la vida, del color, seri­a su pathos. El color no esta ligado an una tonalidad en accion sobre una asociacion externa y no ha transpirado contingente, variable segun los individuos. Seri­a en si identico, en la substancia fenomenologica sobre su ser y en su carne, igual que emocion desplazandolo hacia el pelo como subjetividad, esa tonalidad afectiva, esa sonoridad interior”. ( Kandinsky, De lo espiritual 89)

En su libro referente a Kandinsky, Henry sintetiza la tesis kandinskyana de los colores considerando que “descansa enteramente en el vinculo tonalidad/color, que nunca es otra cosa, a fin sobre cuentas, que la propia interioridad en si misma del color en tanto que sensacion pura, lo que llamamos su pathos”. Igual que ej sobre lo foraneo, lo visible del color, asi­ como lo interno, su tonalidad, elige el color colorado:

«Que la destreza del rojo no estriba en percibir un objetivo colorado desplazandolo hacia el pelo ni siquiera el color colorado como semejante, en considerarlo rojo, sino en probar su lograr en nosotros: la impresion, lo cual es, en resultado, lo que fulmina de la pintura toda mediacion objetiva, la de los objetos en primer punto, del significado que se les puede dar, del pensamiento, de la “cultura” con sus variaciones segun la epoca y no ha transpirado las lugares… (Henry 93)»

Mas adelante y siguiendo con el color colorado, Henry comenta:

«de aislar el rojo de este entorno perturbador, Kandinsky tuvo una ingeniosa idea que bastaria de manifestar su profundo instinto filosofico: arrancarlo a la certeza, a la espacio, a sus limites, a los otros colores contiguos. Basta pronunciar la sola termino “rojo” o concebir este color falto unir a el ninguna fama ni, con mayor finalidad, la percepcion sobre un colorado real para que inmediatamente resuene la tonalidad en nosotros, la del colorado tiempo separado de toda manera de todo otro color susceptible de alterar, y no ha transpirado por tanto velar, su sonoridad propia». (107)

Se refiere Michel Henry a un pasaje sobre De lo espiritual en el arte donde Kandinsky contrapone el planteamiento o vision intelectual a su percepcion, la termino que alude al rojo, cara a su realidad material. Reproduzco todo el pasaje:

«El color nunca se puede extender ilimitadamente. El rojo ilimitado solo se puede pensar o ver intelectualmente. Cuando oimos la expresion “rojo”, el “rojo” no posee limites en nuestra imaginacion. Las limites, En Caso De Que son imprescindibles, hay que imaginarlos casi a la potencia. El colorado que no se ve materialmente, sino que se imagina sobre forma abstracta, provoca la cierta idea, precisa e imprecisa a la vez, que posee un tono puramente interior desplazandolo hacia el pelo corporal. El rojo que resuena en la expresion nunca goza de la matizacion fina del tono colorado. Asi que digo que este ver espiritual seri­a impreciso. No obstante, al mismo lapso, seri­a preciso, puesto que el estruendo interno esta desnudo, desprovisto tendencias casuales hacia el sofoco, el frio, etc. Que llevan al accesorio. El estruendo interno se parece al sonido sobre la trompeta o de un instrumento imaginado con la palabra “trompeta”, etc., en ausencia de los detalles. El estruendo se imagina, carente las diferencias que en el novio se producen, cuando suena al aire disponible, en un lugar cerrado, separado o con otros instrumentos, cuando lo produce un postillon, un cazador, un soldado o un virtuoso.

Cuando este colorado ha sobre acontecer reproducido en buena condicion fisica material (como en la pintura), dispone de que a) tener un tono concreto, elegido entre la gama infinita sobre los diversos rojos, en otras palabras ha de acontecer caracterizado subjetivamente, b) dispone de que acontecer condicionado en la espacio, separarse sobre otros colores, que se hallan obligatoriamente en su empresa, que son inevitables y no ha transpirado modifican (por delimitacion y no ha transpirado proximidad) la caracteristica subjetiva (que obtiene la envoltura objetiva): aqui entra en juego la consonancia objetiva.” (Kandinsky, sobre lo espiritual 57)

Al abordar el pasaje, Henry senala que Kandinsky esta contraponiendo lo que filosoficamente se denominaria la “esencia del rojo” a los diversos coloridos probables, igual que son el rojo de Saturno, el colorado cinabrio, el rojo ingles, la barniz roja. Lo decisivo estriba en que toda esa disparidad sobre matices del rojo conserva el “tono fundamental” (Henry 108). Hay entonces la tonalidad propia del rojo, que no varia apenas a pesar de la riqueza sobre sus matices. Kandinsky deje del pensamiento o la perspectiva intelectual, No obstante ?que nos diria de la perspectiva? ?Que nos diria de la perspectiva de Juliana? Y no ha transpirado no unicamente de la vision sobre Juliana, sino ademas sobre la fama que provoca en el lector sobre su ejemplar. Destacare simplemente que en la vision, el rojo da la impresion extenderse ilimitadamente. En ese interes la destreza visionaria es tan independiente sobre la realizacion material, pictorica, como lo que Kandinsky denomina el planteamiento o la vision intelectual. En la vision de Juliana seri­a la muerte sobre Cristo el objetivo de la vision, muerte que seri­a naturalmente roja. El rojo nunca esta desligado del objetivo, sin embargo en este caso la matanza es de este mundo y del otro, fluyente igual que la luces de la divinidad, asi­ como por tanto intensamente externa y visible, al exacto tiempo que interna e invisible. De hecho, la muerte de la perspectiva de Juliana, como debido a hemos podido corroborar, no es la sangre que sale del costado de Cristo, como nos la muestra la pintura gotica, sino una muerte “otra”, que inunda toda la estancia, https://datingranking.net/es/koko-app-review/ avanzando hacia el lector que la imagina a partir de las palabras de Juliana, seri­a la sangre que, imparable, recorre las 3 mundos.